Dejó huellas imborrables

Posted by: Gatitoz Emotionz,

Ronaldo entra en el selecto grupo de los mejores jugadores de la historia. Su carrera de 18 años estuvo signada por los éxitos y también por el drama de las lesiones. Un estilo único para atacar, con mezcla de velocidad y potencia física, será su sello particular
La vida de Ronaldo Nazario de Lima es una buena apuesta para un libreto cinematográfico. Tiene garantizado de todo: drama, alegrías, tristezas, escándalos y felicidad. Son muchas las imágenes que pasan por la mente en el rebobinado de la existencia futbolística del llamado “Fenómeno”.
Desde aquel carajito que saltaba como loco en la celebración del tetracampeonato mundial en 1994 por parte de Brasil, pasando por su apogeo en Corea-Japón 2002, hasta la declinante actuación de los últimos años, de algo se está seguro: Que Ronaldo tiene ganado su lugar en la historia de los mejores futbolistas, dejando cantidad de marcas y récords, muchos de ellos difíciles de batir.
Su trayectoria se explica con hechos indudables. Ser el mayor goleador de los mundiales. Ser escogido el mejor del mundo en tres oportunidades. Ser ganador nato en los principales clubes, transformándose en un ídolo indiscutido.

Su estilo único de atacar, donde mezclaba una gran velocidad y potencia física con continuas bicicletas, pasará a ser su sello particular. Pinceló lo mejor de su fútbol con goles variopintos con camisetas emblemáticas del balompié universal. Cruzeiro, PSV Eindhoven, Barcelona, Inter, Real Madrid, Milan y Corinthians tuvieron la dicha de beneficiarse del usufructo de este gran jugador.  
Su historia sobre las canchas comenzó con el equipo de Belo Horizonte. Allí ascendió al primer equipo de forma vertiginosa. En 1993, durante 32 encuentros con los azules, anotó 34 goles. Esta soberbia actuación, más la presión de los medios, hizo que Carlos Alberto Parreira lo convocara a la selección para el Mundial de 1994 con apenas 17 años.
No jugó un solo minuto en la cita de Estados Unidos, pero su potencial era tal que dio el salto a Europa, donde jugó con el Eindhoven. En Holanda marcó 42 goles en 46 encuentros para hechizar rápidamente a José Luis Núñez, presidente del FC Barcelona, quien pagó la cifra de 2.500 millones de pesetas (20 millones de dólares) récord de la época. Apenas duró una campaña vestido de azulgrana, con los que dejó números impresionantes. Logra 34 goles en 37 partidos de Liga, gana la Copa del Rey, la Recopa de Europa, la Supercopa de España y queda subcampeón de la Liga, logrando su primer premio FIFA World Player.

Saltó al Inter, donde volvió a ratificar su gran olfato goleador con 47 goles en 49 partidos en todas las competiciones y donde ganó la Copa UEFA. Con la selección de Brasil sumó el subcampeonato del Mundial de Francia de 1998, en aquella final con los galos signada por los ataques de convulsiones que tuvo durante la noche anterior. También obtuvo los títulos de la Copa América en 1997 y en 1999.  
El drama
A la par de sus éxitos, Ronaldo vivió momentos llenos de drama, propios de un jugador que se expone a lesiones. Al comienzo de la temporada 1999-2000 sufrió una falta en un Inter-Lecce que lo lesionó de gravedad en la rodilla derecha, rompiéndole el tendón rotuliano y dejándolo seis meses de baja. Cuando se creía recuperado se lesionó nuevamente en su primer partido el 12 de abril de 2000, produciéndose una rotura total del tendón rotuliano de la misma rodilla en un partido de Copa contra el Lazio.
Es difícil olvidarse de aquellos desgarradores gestos de dolor del brasileño mientras era retirado en camilla. Habían pasado casi tres años. El mundo parecía haberse olvidado del “Fenómeno”, menos Luiz Felipe Scolari, que contra viento y marea convocó al jugador para el Mundial de 2002. Había muchas dudas sobre el verdadero nivel de Ronaldo, pero en siete juegos dejó claro que seguía siendo el mejor. Marcó 8 goles para guiar a Brasil hacia el pentacampeonato y recibió el Balón de Plata del Mundial y la Bota de Oro como máximo artillero.
Tras el Mundial se desvinculó del Inter, con este equipo anotó 59 goles en 99 partidos, y tomó rumbo hacia el Real Madrid, que pagó 45 millones de euros. De merengue, fue uno de los llamados galácticos que consiguieron una Copa Intercontinental, una Supercopa de Europa, dos ligas españolas y una Supercopa de España. Además fue líder goleador. En el Mundial de 2006, pese a que ya no era el mismo, logró marcar tres goles para convertirse en el máximo anotador en la historia de las copas del mundo con 15. 
Pasa al Milan, convirtiéndose en el primer futbolista de la historia en jugar los clásicos Real Madrid-Barcelona y Milan-Inter con las cuatro camisetas. En 2008 sufrió una rotura del tendón rotuliano de su rodilla izquierda. A finales de ese año fue traspasado a Corinthians, donde pasó sus últimos tiempos como jugador activo.
Ronaldo calificó su retiro como su primera muerte. Su enfermedad (hipotiroidismo) que le ha producido el evidente sobrepeso, ha podido más que sus condiciones. Fue noble cuando pudo ser verdugo, al anunciar su percance físico justo en la hora de su despedida, pudiendo haberlo hecho antes, en el momento en que la lluvia de críticas arreciaba sobre él por sus kilos de más. Sin duda que con su retiro, la historia lo colocará entre lo más granado de los futbolistas del mundo. Adiós, gordo, y gracias por todo. 
Ronaldo y Venezuela
Ronaldo estuvo dos veces en Venezuela: la primera para promocionar una marca de cerveza brasileña y la otra con la selección de Brasil en las eliminatorias al Mundial 2006. Fue el 9 de octubre de 2004 en Maracaibo, donde el scratch venció 5-2, con dos tantos obra y gracia del “Fenómeno”. 



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